En el día a día escribimos, sí, escribimos porque es
la única manera que nos hace invadirnos del mundo y de lo que nos rodea
diariamente. Me invado y me escondo a la vez entre cada letra, cada párrafo y cada reglón. Unos,
pensaran en que es algo insignificante. Otros, se verán reflejados en mis palabras.
A veces aunque la vida continúe y nosotros nos
paremos a pensar en nuestros cambios de estados de ánimos, indecisiones y malos
momentos. Es algo normal pero lo que realmente merece la pena es ponerse a
pensar durante un segundo, tomar aire,
respirar y no volver a mirar al pasado nunca más. Intentamos no darle importancia a
aquellas cosas pasadas pero es que en realidad ha formado parte de nuestra
vida, de diferentes etapas de nuestra vida... Cuando estábamos ahí, en ese
momento, esa situación y tales circunstancias, pensábamos que eso tarde o
temprano terminaría siendo como algo pasado, pero solo lo pensábamos de pasada.
Porque no queríamos que nada de eso terminase... Pero, sin embargo, el presente
es lo que ahora realmente importa y no temer que perdamos nuestros
momentos sin pensar en lo que ocurrirá.
Tal vez, lo que escribo sea algo demasiado
redundante pero es que gracias a ésto, a unas simples palabras que son las que
verdaderamente hace que me vaya a otro
lugar impensable.
Todo es un avance tras avance, desastre tras
desastre, caída tras caída y subida tras subida. Esperamos todo lo que buscamos
y hay algo que siempre nos detiene, y nos acciona a la vez.
Quizá sea una pregunta retórica, pero en realidad
nunca nada nos conviene porque todo se reducirá a lo mismo de siempre. Somos
nosotros sí, nosotros lo que nos detenemos por el miedo a avanzar y a
equivocarnos.
En fin… son tantos momentos y situaciones
inexplicables que van parando el aliento a corto plazo.
Siempre habrá algo fuera que te esté esperando por alguna razón |