sábado, 19 de octubre de 2013

El mismo bucle de cada por qué

Llevar días pensando por qué pasan ciertas cosas, que son inexplicables e imposibles de explicar a alguien. Pasan los días, semanas y meses, sigues igual sin encontrar alguna razón.

Aunque cuando te das cuenta que, en realidad son esos momentos y situaciones las que te dicen que es eso, sí, éso lo que realmente te ocurre, y tú sin más intentas cambiar el chip. Porque te escondes y tienes miedo, e inmediatamente intentas recorrer otro camino, otra vía o simplemente otro recorrido. Te sientes indeciso, no quieres que nadie lo sepa. Pero, ¿por qué? Lo vuelves a pensar y a meditar, y siempre será exactamente lo mismo. El mismo bucle de cada por qué. Sin duda, todo lo que nos repercute y nos intriga será ese tal por qué.
Nos empeñamos en responderlo, aunque todo se encuentre en el aire y nunca encontremos la verdadera respuesta. Sin embargo, es demasiado difícil y extraño saber porqué te ocurren esa serie de cosas. 

Finalmente, muchas veces nos obstinamos en buscar respuestas que ni siquiera sabemos a hacer bien las preguntas a las que nos queremos referir.

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